Abandonarse al dolor sin resistir, suicidarse para sustraerse de él, es abandonar el campo de batalla sin haber luchado. Napoleón
Acaso huyendo de la popa a la proa es como el piloto encontrará camino de salvación cuando fluctúe entre las ondas la combativa nave?
Acaso soy libre si mi hermano se encuentra todavía encadenado a la pobreza. Barbara Ward
Aceptar nuestra vulnerabilidad en lugar de tratar de ocultarla es la mejor manera de adaptarse a la realidad. David Viscott
Además de enseñar, enseña a dudar de lo que has enseñado. Ortega y Gasset
Además de perdonar a tus enemigos, ríete de ellos. La risa es el gran antídoto contra los venenos del espíritu. Angel Osorio
Admitamos que la primera vez se ofende por ignorancia; pero creamos que la segunda suele ser por villanía. José Ingenieros
Afortunado es el hombre que tiene tiempo para esperar. Calderón de la Barca
Ah, si pudiese un día, un día, hablar en llamas, cuanto mejor dijese estas cosas del alma. Gilberto Garrido
Al amigo seguro se lo conoce en la ocasión insegura. Fedro
Al poseedor de las riquezas no le hace dichoso el tenerlas, sino el gastarlas, y no el gastarlas como quiera, sino el saberlas gastar. Cervantes
Al que juró hasta que ya nadie confío en él; mintió tanto que ya nadie le cree; y pide prestado sin que nadie le dé; le conviene irse a donde nadie lo conozca. Ralph Emerson
Algunas cosas se hacen tan nuestras que las olvidamos. Antonio Porchia
Algunas personas miran al mundo y dicen Porque?. Otras miran al mundo y dicen Porque no?. George Bernard Shaw
Algunos seres humanos se suavizan con la edad, como el vino; pero otros se agrian, como el
vinagre. H.C. Dowland
Alma, para el ser humano; ánima para la bestia. Pero solemos decir; benditas ánimas del purgatorio. José Gneco Laborde
Amamos siempre a los que nos admiran, pero no siempre a los que admiramos. La Rochefoucauld
Amar a la madre de sus hijos es lo mejor que un padre puede hacer por sus hijos. Hesburg
Amar la lectura es trocar horas de hastío por horas de inefable y deliciosa compañía. John F. Kennedy
Amigos míos, retened esto: no hay malas hierbas ni hombres malos. No hay más que malos cultivadores. Víctor Hugo
martes, 3 de julio de 2007
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